¿DONDE ESTA EL CIELO?

En algún un momento me sentí que estaba caminando en lo alto de la sierra, entonces me sentí cansado y me detuve a descansar, pero sentía que me iba sin moverme del mismo punto. Los ojos se me perdieron en aquella gran inmensidad, que hasta me olvidé de mí mismo de tanto mirar y mirar. De pronto sentí que una voz me preguntó, si andaba buscando el cielo. Y yo le respondí que tal vez y esta voz me decía; “El cielo está dentro de uno mismo pero también está el infierno. El alma escribe sus libros pero nadie se preocupa por leerlos. A veces uno camina entre la sombra y la luz en la cara. Llevas una sonrisa aunque en tu corazón lleves la cruz. Busca el cielo en ti mismo, que allí lo encontrarás”.

Yo le contesté: “pero es muy difícil hallarlo” y la voz me dijo: “si lo es y tendrás que luchar demasiado pero cuando lo encuentres, te darás cuenta que tu sacrificio es poco comparado a la recompensa”.

Estoy caminando por caminos solitarios pero no busco nada por fuera, todo lo busco por dentro y lo busco con ganas, con amor, con paciencia. Una paciencia que puede parecer eterna pero eterna es la vida que nos da nuestro Señor Jesucristo y por eso no me rindo y por eso no desespero, porque es más grande la recompensa que lo que tenga que sufrir para llegar a ella.

Hermanos no desfallezcamos por muy dura que sea la prueba, dificultad, sufrimiento o tentación, por qué cualquier sacrificio, dolor o prueba, se verá diminuta a comparación de nuestra recompensa la cual es; vida, vida en abundancia, vida eterna. Hermanos que el Señor los bendiga y los guarde, ilumine su rostro sobre ustedes y les de La Paz.